jueves, 21 de julio de 2011

Enrique de Diego, La Lanza Templaria

 
28 de septiembre de 2006
Quien posea la Sagrada Lanza del centurión Longinos dominará el mundo

Año 1199. Los Estados cristianos, frente el asedio conquistador del Imperio musulmán, se encuentran en una situación crítica. Ante la gravedad de los hechos, Inocencio III decide promover una nueva cruzada a fin de recuperar Jerusalén, para lo cual tendrá que enfrentarse a las mercantiles maniobras del dux de Venecia.
Al valeroso caballero templario Álvar Mozo le será encomendada la peligrosa misión de la que depende la victoria contra los infieles: recuperar la santa lanza, la sagrada reliquia que se venera en la catedral de Santa Sofía en Constantinopla junto con otros objetos de culto, como la corona de espinas, los clavos de la pasión o el cabello de la Virgen. Este mítico objeto de poder con el que el centurión Longinos atravesó el costado de Cristo –y que estuvo en contacto con su sangre- deberá ser entregado a la Orden de Temple una vez esté en su poder. Sólo así se logrará liberar los Santos Lugares. Pero la posesión de tan preciada reliquia disparará la codicia de muchos… ya que quien la tenga dominará el mundo. Como compañeros de armas, Álvar tendrá a su cargo un grupo de presidiarios que le acompañarán en una trepidante aventura a través del Languedoc, La Lombardía, Venecia y Constantinopla.
Enrique de Diego vuelve a sorprendernos, tras el éxito de Corazón templario con un thriller rebosante de misterio, acción e intriga en el que la extraña Fraternidad Blanca desempeñará un papel esencial.

Enrique de Diego (1956) escribe novela histórica, su pasión, en los ratos libres que le deja su trabajo como subdirector de la revista Época, la dirección del programa El país de las maravillas, en radio Intereconomía, su participación como contertulio en Más se perdió en Cuba, de la misma cadena, El gato al agua, de Intereconomía TV, Alto y claro, de Telemadrid, y sus colaboraciones en los periódicos digitales Época 24H, El Foro de Intereconomía y El semanal digital. Es autor de una decena de libros de ensayo político, entre los que cabe destacar Pretorianos, De dónde vienen y adónde van los fontaneros de la Moncloa. Días de infamia: del 11-M al 14-M, Los nuevos clérigos, El suicidio de España o ZP en el país de las maravillas: el misterio de la sonrisa sin presidente, y de las novelas históricas El último rabino y Corazón templario.
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El escenario donde tuvo lugar la cita con los periodistas de prensa escrita, radios y televisiones de Santiago que entrevistaron al escritor Enrique de Diego durante  la promoción de su novela “La lanza templaria” fue el Hostal de los Reyes Católicos, una joya de estilo renacentista plateresco que se encuentra en la mismísima praza do Obradoiro.
Enrique es de la provincia de León, igual que yo. Hablamos del gran castillo templario que hay Ponferrada. En mi infancia compartí juegos con mis primos por la plaza de armas, galerías y almenas. La plaza de armas es inmensa, ha servido de escenario para conciertos y para la representación de la conocida novela del escritor berciano Gil y Carrasco “El señor de Bembibre”.


El Correo Gallego: Xurxo Fernández
Lunes 2 de octubre de 2006
La Rosa de los Vientos
De Diego. Enrique De Diego, subdirector de la revista Época, ha publicado en Martínez Roca La Lanza Templaria, una formidable novela que sigue los pasos de ese objeto mágico. Como seguramente sabrán, es la alabarda con la que longinos atravesó el costado de Cristo durante la crucifixión “…y salió sangre y agua...-.
De Diego asume que ese objeto es una metáfora del poder o, quizás, de la utopía. Reza la tradición que quien posea la Lanza dominará el mundo. Eso creyó, al menos, Constantino. Y Carlomagono. Y Saladino. A todos ellos, hay que confesarlo, les dio la razón el destino.
En la historia reciente, Hitler fue el mayor interesado en poseerla. Para lo cual no dudó ni un segundo en invadir Austria, por consejo de Himmler,  para apoderarse de la que parecía la verdadera –existen seis-, guardada entre el tesoro de los Habsburgo, que se conserva en el Hofbourg  vienés. Afortunadamente, o no era la verdadera o algo falló en sus rituales. Lo cual agradecemos todos.
Enrique de Diego con Xurxo Fernández de El Correo Gallego

Faro de Vigo: Alberto Quian
viernes, 29 de septiembre de 2006
Enrique De Diego, periodista y escritor: "La musulmana es la religión del odio y la violencia; la de la yihad"
El literato, que presentó en Santiago "La lanza templaria", opina que el discurso del Papa sobre el islam fue "magnífico".
Tras Corazón templario, el periodista y escritor Enrique de Diego (Villameca de Cepeda, León, 1956) vuelve a las cruzadas, ahora a la cuarta -impulsada por el Papa Inocencio III-, con el misterio de la Santa Lanza con que Longinos hirió el costado de Jesucristo como eje narrativo de La lanza templaria (Editorial Martínez Roca), todo un contrapunto al estilo de las novelas esotéricas tipo El Código Da Vinci, que "incurren en graves errores históricos y atacan gratuitamente al cristianismo para ser éxitos de ventas", critica el periodista castellano. Pero más allá del plano literario, De Diego aprovecha la coyuntura sociopolítica mundial para arremeter por igual contra el radicalismo musulmán y la tolerancia europea, a la vez que aplaude el polémico discurso del Papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona (Alemania) contra el que se ha alzado el islam.
-Comencemos por el último capítulo del conflicto con el islam. ¿Qué opina sobre la claudicación de la Ópera de Berlín al suspender la representación de Idomeneo de Mozart por temor a represalias?
-Es terrible que se muestre tal grado de cobardía. La transgresión cultural en Europa es cobarde, pues podemos cortarle la cabeza a Jesucristo pero no a Mahoma. El mundo de la cultura está demostrando un alto grado de cobardía e hipocresía. Yo no recuerdo grandes manifestaciones ni grandes protestas ni un ambiente de indignación cuando un musulmán asesinó en Holanda a Teo Van Gogh (cineasta). Sólo escuché silencio. Lo que tenemos que defender en Europa es la libertad. Y yo me pregunto si grandes y valientes transgresores occidentales como Leo Bassi harían algo sobre la apostasía en el islam.
-¿Percibe que la Europa pacifista puede sucumbir a la violencia islamista?
-Europa está en decadencia. Me recuerda a la Constantinopla de mi novela, que sucumbió al ceder su defensa a los mercenarios que sistemáticamente usaron la diplomacia corrupta. Y al final, alguien tiene que defender a los pacifistas. El pacifismo es un síntoma de enfermedad de los espíritus de las sociedades. Diferente es ser pacífico.
-¿Considera al Papa un ejemplo a seguir?
-El discurso del Papa en la Universidad de Ratisbona fue magnífico. Con él rompió una conjura de silencio. Y más que peticiones de perdón, como han querido ver algunos, lo que ha demostrado posteriormente a los musulmanes son muestras de educación. El texto que leyó es un gran legado para la Humanidad, pues reivindicaba que no corresponde a la naturaleza de Dios el uso de las armas para imponer la religión. Su discurso ha sido un hito histórico.
-¿De qué forma puede encajar en Europa un país islámico como Turquía?
-Para empezar, Turquía no cumple los mínimos requisitos sobre derechos humanos para ingresar en la UE. Al margen, hay quienes creen que su adhesión sería conveniente porque podría ser ejemplo de moderación en el mundo musulmán, que, no olvidemos, practica la religión del odio y la violencia; la de la yihad, la guerra agresiva, aunque no todos los musulmanes son violentos. Por otro lado, está la teoría de que el ingreso de Turquía terminará por deteriorar a un continente confuso cuya falta de principios se esconde en el concepto de tolerancia.
-Entroncando ahora con su libro, ¿el ejemplo de buen cristiano es el caballero templario protagonista de su novela?
-Más que un ejemplo de buen cristiano, Álvar Mozo es el paradigma de templario. Algún crítico ha calificado mi novela como cristiana y es algo que no me sienta mal, aunque ésa no ha sido mi intención.
-Sí que ha sido intencionado ofrecer un contrapunto a las novelas esotéricas sobre el cristianismo como El Código Da Vinci. Incluso hace una especie de parodia de Dan Brown con un clon al que usted llama Dan Marrone...
-Sí, ha sido mi intención ofrecer un contrapunto y una réplica a El Código Da Vinci, una novela pésima ideal para una pija de Nueva York sin idea de nada; un paroxismo de la mezcla de la mala literatura y los ataques gratuitos al cristianismo para conseguir un éxito de ventas sin respetar la historia. Y sí, Dan Marrone es un clon de Dan Brown que lamentablemente muere sin llegar a convencer a Álvar Mozo sobre cosas rarísimas como que desciende de Jesús y María Magdalena...

Galicia Hoxe: Cristina Domínguez
A TENTACIÓN DO PODER NO MEDIEVO
Enrique de Diego presenta en Santiago "La lanza templaria"
29.09.2006
A súa proxima novela, que continua a saga de Álvar Mozo, comeza no señorío de Monterroso en Lemos O interese do xornalista e escritor Enrique de Diego polos templarios é máis que evidente como reflicte xa na súa segunda novela sobre esta orde La lanza templaria, que vai ser o principio dunha saga que terá a Galicia como escenario no seu próximo libro. O autor, que presentou onte en Compostela esta obra "rigorosa historicamente non só nos feitos senón tamén nos personaxes históricos", afirma exercer de "avogado defensor" dos templarios.
"Como o que ten unha afección pola bricolaxe", De Diego subliña o seu sentido apaixonado da historia pola que a través dos seus manuais "vou sacando notas e voume introducindo no seu mundo" explica o escritor. Así chega ó século XII, cando os estados cristiáns teñen que facerlles fronte ás conquistas musulmáns e xorde unha nova cruzada co obxectivo de recuperar Xerusalén e á fronte dela o cabaleiro templario, Álvar Mozo que terá que conseguir a santa lanza. Este obxecto de poder co que o centurión Longinos atravesou o costado de Cristo ten que se lle entregar á Orde do Temple e espertará a cobiza de moitos.
La lanza templaria é unha novela de aventuras que se achega a "técnicas cinematográficas" dando lugar a unha obra "moi visual, de acción e misión imposible" asegura o seu creador, quen destaca ademais o seu carácter "rigorosamente histórico non só nos feitos, senón tamén nos personaxes como Francisco de Asís, Pedro de Aragón ou Inocencio III, o Papa". Sobre os personaxes ficticios, De Diego di intentar que "non sexan do século XXI, xa que hai algúns personaxes dalgunhas novelas que pensan como un funcionario da ONU".
A problemática actual está presente en La lanza templaria e "é que o feito de ser xornalista permíteme introducir elementos da actualidade" explica o creador, quen aproveitou para facer unha crítica ó mundo islámico que está a sufrir "un retorno ó medievalismo". "A tentación do poder e a conciencia humana" son os dous grandes debates que afectan a todos os personaxes.
De Diego cre que "nalgunhas cousas deberiamos seguir o seu exemplo como na coraxe polos nosos propios principios e pola liberdade persoal".
La lanza templaria, xa na súa segunda edición dende a súa saída este mesmo mes, é o comezo dunha saga que xa ten a súa segunda parte lista "só queda pulila e buscar alguén que o edite" afirma o xornalista que anuncia que "a historia comezará en Galicia, no señorío de Monterroso en Lemos" para acabar contando "a batalla das Navas de Tolosa".

DATOS
O avogado defensor dos templarios
A fin dramática dos templarios non lles permitiu contar cun "avogado defensor" polo que "eu quero execer como iso, tratando de recuperar os templarios de carne e oso" explica De Diego.
O escritor que cre que "a novela histórica está vivindo un boom recente" tamén espera que estas producións se alonxen das farsas porque "o rigor non está rifado coa acción e co entretemento".

ABC: Bea Costa/ Pilar Fustes
Viernes 29/9/2006
Enrique De Diego, escritor
“Yo no soy un sabio, aprendo mucho antes de escribir”
Periodista de profesión pero amante de la literatura y la historia, Enrique De Diego viaja al siglo XII en “La lanza templaria”, una novela épica que narra la lucha de un caballero entre el mal, el bien y el poder
-¿Cómo presentaría su libro?
-Es una novela histórica en el sentido pleno, pretende ser rigurosa y fiel a los hechos. Los personajes históricos responden y actúan con respecto a lo que indican las crónicas y los personajes de ficción también son personajes de época, por lo tanto pretendo haber hecho una novela histórica tal y como yo la deseo y la concibo. Es una novela de acción, trepidante, en la que pasan continuamente cosas y es una reflexión sobre el bien, el mal y el poder.
-En la portada de su obra recoge una frase que a lo largo de la novela se repite:”Quien tenga la lanza, tendrá el poder”. En la actualidad, ¿siguen existiendo objetos que otorgan el poder?
-En la novela hay un protagonista. Alvar Mozo que es un templario encargado de recoger la Santa Lanza del centurión Longinos, una reliquia relacionada con el poder bélico. En la actualidad hay más reliquias de poder: la clase, la raza, el pueblo, la nación… El hombre ha ido generando mitologías cada vez más peligrosas, menos controlables, más proclives a generar un poder totalitario y contrario a la dignidad de la persona humana.
-Ésta es su segunda novela con el universo de los templarios como núcleo argumental, ¿de dónde proviene su pasión por el tema?
-Hay un acontecimiento vital que lo justifica: el hecho de haber desarrollado mi infancia y mi juventud en Segovia. Me preocupa mucho que en España la gente haya perdido su memoria histórica. Mi pasión es por los templarios reales, de carne y hueso, no por la estúpida caricatura que los convierte en alquimistas, nigromantes, gente que se dedicaba a tener secretos… son los templarios de la Regla, d ela Historia, muy preparados para la batalla. Es eñl templario espiritual, que rezaba, que se mortificaba, que buscaba a Dios y la defensa de la Fé.
-Entonces, ¿que eran realmente los templarios?
-El libro trata de demostrar que una novela histórica es mucho más interesante que una novela esotérica, dentro de la novela esotérica la réplica a “El Código Da Vinci”. A lo largo de la historia de “La lanza templaria” van surgiendo claves clásicas de la novela esotérica que van siendo desmontadas. Los templarios eran los marines de la cristiandad, eran gente muy preparada militarmente, con una disciplina muy estricta. Era un ejército permanente en el que cada caballero templario valía como diez adversarios del ejército contrario.
-¿Cómo se documenta para escribir sus novelas históricas?
Me documento de manera natural, leo mucho sobre el tema. Utilizo una técnica periodística que consiste en leer


EFE
28.9.2006
Escritor De diego considera que el Papa rompió “conjuro de silencio”
El escritor y periodista Enrique de Diego, autor del libro “La lanza templaria”, afirmó hoy que el Papa Benedicto XVI, cuyos comentarios sobre la relación del Islam con la violencia han suscitado controversia en varios países musulmanes, “han roto una especie de conjuro de silencio”.
De diego señaló su “agradecimiento” al Papa por el discurso que pronunció el pasado 12 de septiembre en la universidad alemana de Ratisbona y en el que citó un texto medieval que se refería al profeta Mahoma.
Recurriendo a un diálogo entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1391) con un persa, Benedicto XVI resaltó que el emperador dijo a su interlocutor que en Mahoma sólo se veían “cosas malas e inhumanas, como su orden de difundir la fe usando la espada”, mientras que el Corán proclama “ninguna obligación en las cosas de la fe”.
“La religión musulmana como tal defiende el odio y la violencia” comentó el escritor leonés en declaraciones a un gripo de periodistas en Santiago de Compostela, durante la presentación en Galicia de su libro, que ya alcanzó la segunda edición, y que sucedió a la del pasado 11 de septiembre en Madrid.
La obra está basada en la cuarta cruzada cristiana promovida por el Papa Inocencio III, y en los avatares que afronta el caballero templario Alvar Mozo para recuperar la “Santa Lanza” que supuestamente se clavó a Cristo en el calvario para determinar si estaba muerto.
Preguntado acerca de si la expulsión de judíos y musulmanes en nombre de la religión contribuyó a un cierto declive de España, el escritor y periodista opinó que en ese momento “los cristianos estaban más adelantados” en varios aspectos.
Agregó que “por supuesto fue empobrecedor” para España “especialmente la salida de los judíos”, pero subrayó que los musulmanes en esa época se dedicaban “fundamentalmente a la albañilería o a las labores del campo”.

Enrique de Diego con Carmen Pérez de TVG y Javier de EFE
 
Enrique de Diego y María Arias

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